Se entiende por Energía Solar Térmica, a la transformación de la energía radiante solar en calor o energía térmica. La energía solar térmica se encarga de calentar el agua de forma directa alcanzando temperaturas que oscilan entre los 40º y 50º gracias a la utilización de paneles solares (siempre temperaturas inferiores a los 80ºC).
El agua caliente queda almacenada para su posterior consumo: calentamiento de agua sanitaria, usos industriales, calefacción de espacio, calentamiento de piscinas, secaderos, refrigeración, etc.
Por tanto, la energía solar térmica utiliza directamente la energía que recibimos del Sol para calentar un fluido. La diferencia con la energía solar fotovoltaica es que ésta aprovecha las propiedades físicas de ciertos materiales semiconductores para generar electricidad a partir de la radiación solar.
TIPOS DE CAPTADOR SOLAR TÉRMICO
Dependiendo de la aplicación, el tipo de captador ideal a utilizar varía. Por ejemplo, para aplicaciones que requieren un fluido a baja temperatura los sistemas con captadores de placa plana son los más utilizados, seguidos por los captadores de tubos de vacío. Estos últimos se diferencian de los captadores planos fundamentalmente por sus menores pérdidas térmicas y su mayor rendimiento. Además las posibilidades de integración arquitectónica son mayores.
Los criterios básicos para seleccionar un captador solar para una aplicación son:
- Coste.
- Productividad energética: La legislación aplicable no requiere un tamaño específico de la instalación solar sino un ahorro energético solar determinado.
- Durabilidad y calidad para producir el ahorro energético durante el periodo deseado.
- Posibilidades de integración arquitectónica, para un resultado estético que colabore a aumentar el valor del edificio.
- Sencillez de mantenimiento, que reduzcan los costes de operación.
- Fabricación y reciclado no contaminante para proteger el medio ambiente.
La productividad y el coste del captador influyen decisivamente en el sistema solar en su conjunto. El captador es considerado el corazón del sistema ya que es el elemento encargado de convertir las radiaciones solares en energía térmica. Además no podemos olvidar que el coste principal en cualquier sistema es el captador por lo que conviene optimizar su compra para obtener los mejores resultados.