Consiste en la introducción de calor en el suelo dejando que la radiación climatice la estancia. Este sistema de calefacción es una evolución de una primitiva técnica romana llamada ¨Hipocasus¨ qué consistía en la construcción de canales por debajo del suelo por los que circulaba aire caliente.
En la actualidad el principio de funcionamiento es muy parecido pero se ha cambiado el fluido termo portador, reemplazando el aire por agua que es conducido a través de tuberías de polietileno reticulado.
El suelo radiante es un sistema de calefacción a baja temperatura, el cerramiento es el que irradia calor, ya que el elemento calefactor está incorporado en el suelo. Una buena instalación de suelo radiante ocupa la mayor parte de la superficie del suelo, lo que provoca una correcta distribución de calor en todos los puntos de la estancia calefactada.
Los elementos de la instación de suelo radiante son:
- Elemento calefactor (tubería de polietileno reticulado).
- Capa de recubrimiento.
- Aislamiento térmico.
- Dispositivos de regulación y control.
Los tubos se colocan entre tres y cinco centímetros por debajo del suelo con separaciones que oscilan entre diez y treinta centímetros entre ellos. Haciendo circular por dichos tubos agua a unas temperaturas comprendidas entre 35 y 45ºC para que el suelo se mantenga a una temperatura comprendida entre 20 y 28ºC y su ambiente a una temperatura de confort de entre 18 y 22ºC.
Por otra parte el calor se mantiene en la zona de debajo de la estancia, donde se encuentra la gente, y no en la zona superior, por lo que se aprovecha mejor el calor y no se pierde cada vez que alguien abre una ventana o una puerta.
El grado de confort que obtenemos con este tipo de calor es ideal, ya que como calentamos el agua a 40ºC para mantener la estancia a 20ºC observamos el alto rendimiento de este sistema de calefacción en comparación con los sistemas tradicionales, los cuales, para mantener la estancia a la misma temperatura tendrían que calentar el agua a 70 u 80ºC.
Este sistema de calefacción está considerado como el mejor, debido a sus propiedades de funcionamiento, a la posibilidad de adaptación a fuentes de energía alternativas y otras muchas ventajas con respecto a otros sistemas que citaremos más adelante.
Un dato que confirma las múltiples ventajas que posee este sistema es que el 50% de las instalaciones realizadas para viviendas nuevas en los países desarrollados eligen este sistema.
VENTAJAS DEL SUELO RADIANTE COMO SISTEMA DE CALEFACCIÓN
- DISTRIBUCIÓN IDEAL DE LA TEMPERATURA: Calor en los pies y cabeza fría.
- ESTÉTICA: Se evitan los molestos radiadores que limitan las posibilidades de decoración y suponen un foco de polvo y suciedad.
- LIBERTAD DE ELECCIÓN DE SUELOS: Compatible con cualquier tipo de pavimento o madera. Los pies se mantendrían permanentemente calientes.
- SEGURIDAD: Se eliminan los riesgos de quemaduras provocadas por los radiadores o tuberías de conducción.
- CONFORT Y SENSACIÓN DE BIENESTAR: Mantiene el grado de humedad natural del ambiente, permite respirar un aire más fresco.
- SALUDABLE PARA EL CUERPO: Mantiene la uniformidad de las variables temperatura y humedad por lo que permite un funcionamiento normal del mecanismo de regulación de la temperatura corporal. Al no resecar el ambiente desaparecen los problemas respiratorios debidos a la calefacción.
- AHORRO ENERGÉTICO: Al trabajar a baja temperatura, se reducen las pérdidas de calor en las conducciones generales, tuberías de enlace de la fuente de calor con los circuitos. Igualmente se aminoran las pérdidas de calor por renovación de aire. Gracias a la curva de distribución del calor la temperatura de confort se obtiene a 18ºC en vez de los 20ºC que precisa la convencional. Esta diferencia supone el ahorro del orden del 10/15%.
- AUTORREGULACIÓN DE LA TEMPERATURA AMBIENTE: El propio sistema deja de emitir calor al aumentar la temperatura del recinto de forma natural ya que aprovecha mejor las aportaciones de calor, sin precisar de termostatos en cada estancia a diferencia de los sistemas con radiadores para evitar sobrecalentamientos y gasto innecesario de energía.
- ECOLÓGICO: Debido a la baja temperatura de funcionamiento (40ºC) y la gran inercia térmica el suelo radiante puede funcionar óptimamente con colectores solares. Aprovechando al máximo la eficiencia de los mismos, permite ahorrar un alto porcentaje de energía convencional en este sistema de calefacción así como permite reducir la emisión de gases a la atmósfera.
- LARGA VIDA ÚTIL: Las conducciones o tubos empleados de materiales tecnológicamente muy avanzados son indestructibles no necesitando mantenimiento. Hay total ausencia de corrosión y/o incrustaciones. No hay soldaduras ni empalmes.
- Los COSTOS DE MANTENIMIENTO Y EXPLOTACIÓN son MENORES. Es por tanto un sistema limpio, de gran eficiencia energética y grado de confort, adecuado para cualquier tipo de edificación pero especialmente indicado para grandes espacios, acogedores y con muchos ventanales.